El Samsung Galaxy Fold volvió a estar disponible desde septiembre, luego de ser retirado del mercado para resolver problemas de diseño que afectaban su vida útil.
Las mejoras en el terminal son importantes, y han dado un respiro al terminal, que espera ver en este relanzamiento la oportunidad de dar la bienvenida al boom de los móviles flexibles.
Sin embargo, algunos usuarios y analistas creen que aún queda mucho por hacer, y por ello te presentamos 5 cosas que nos hubiese gustado que mejoraran en el Galaxy Fold.
Pantalla externa más grande
Sabemos que el atractivo del Galaxy Fold es su capacidad de tener una pequeña tablet en el espacio que ocupa un móvil, cometido que se cumple bastante bien con la pantalla interna de 7,3 pulgadas.
No obstante, la pantalla externa se queda pequeña para muchas tareas. Si bien podemos utilizarla para todo, solamente se hace cómoda para responder mensajes y atender llamadas. Además, el diseño rompe con la tendencia de las pantallas infinitas, pues los marcos que la rodean son bastante amplios.
El brillo de la pantalla interna es poco
Cuando hablamos de un móvil que cuesta casi 2.000 €, esperamos que tenga la menor cantidad de detalles posibles. Esto sucede justamente con la pantalla interna del Galaxy Fold.
La pantalla se comporta muy bien en entornos de poca iluminación, mostrando colores muy vivos y llamativos. Pese a esto, no sucede lo mismo en ambientes con mucha luz, donde la pantalla cuesta leerse en muchas ocasiones. Además, si visualizamos algo muy oscuro, puede verse claramente el pliegue interno de pantalla.
Mejor protección contra rayones
Volvemos al planteamiento del móvil que cuesta casi 2.000 €, cifra considerable como para perdonarle a Samsung que no cuide suficientemente el diseño. Y es que aunado al problema anterior, la pantalla interna no cuenta con protección alguna contra rayones. Un problema que se resolvería con algo estilo Gorilla Glass, que le ayude a evitar rayones tan sencillos como los ocasionados por una uña.
Resistencia al polvo y agua
El Galaxy Fold no es resistente al agua o polvo, a pesar que estos fueron en buena parte los causantes de la retirada del mercado, junto a las bisagras y pantallas que cedían fácilmente.
Samsung ha hecho parte de la tarea, reforzando y cubriendo aquellos espacios donde el polvo y agua puedan entrar. Sin embargo, parece que solo corrieron la arruga a través del tiempo, pues en algún momento estos elementos harán lo suyo en el interior de nuestro móvil.
El Fold no cuenta con certificación IPxx, característica casi obligatoria en los modelos tope de gama.
Una bisagra, y pantalla flexible, más resistentes
Ya mencionamos que Samsung había hecho el trabajo de mejorar parte de los problemas de diseño que arrastraba la primera versión, entre ellos la bisagra, haciéndola más duradera, y menos propensa a romperse.
Pero aún queda trabajo pendiente respecto a esto, y es que el fabricante nos promete 200.000 pliegues antes de un fallo. Sin embargo, iFixit ha realizado una de sus clásicas pruebas de resistencia, y han concluido que apenas se podrá alcanzar una media de 120.000 pliegues.
Un llamado de atención importante, porque hablamos de 80.000 pliegues menos de diferencia, y más cuando recientemente se han detectado nuevos daños a la pantalla con apenas unos días de uso.
El Galaxy Fold parece quedarse en un prototipo bastante verde que Samsung decidió lanzar para medir el interés por los móviles flexibles, y marcar pauta. Pero que, por su precio, al final se queda bastante lejos de lo esperado por el usuario.