Que tu móvil caiga al agua es una de las peores cosas que pueden pasarle. Diferente a una caída en la que podría romperse la pantalla, dañarse la carcasa o una cámara, el agua podría llevar a tu móvil a un cortocircuito generalizado.
Algunos móviles tienen certificación IP que los resguardan contra el agua, pero no son todos y la protección pocas veces es absoluta. Por tanto, lo mejor siempre será evitar los líquidos cerca de tu smartphone, pero ¿qué pasa cuando el desastre ya sucedió? Todavía puede haber esperanzas si sigues esta guía paso a paso sobre qué hacer cuando tu teléfono cae al agua.
Primero: apaga el teléfono tan rápido como lo saques del agua
La conductividad del agua es la enemiga de las piezas electrónicas, ya que ella es la que propicia los cortocircuitos. Por consiguiente, lo primero que debes hacer con tu móvil es sacarlo del agua y apagarlo de inmediato para interrumpir la transferencia eléctrica.
Lo ideal sería retirar la batería porque es la única pieza que almacena energía, pero son pocos los móviles con batería extraíble en el mercado. Así, tu mejor opción es forzar el apagado con las teclas de tu móvil: en Android basta con dejar pulsado el botón de encendido, pero en los iPhone será necesario presionar encendido y uno de los botones de volumen. ¿Qué tu móvil ya estaba apagado cuando cayó al agua? Perfecto, ni se te ocurra encenderlo porque podrías acabar con él.
Segundo: retira todo aquello que sea extraíble en tu teléfono
Extrae cualquier pieza que puedas retirar de tu móvil, esto incluye: bandejas de tarjetas SIM y microSD, carcasas traseras, baterías y demás. Sí, es poco probable que actualmente puedas retirar algo más que la bandeja de tarjetas, pero cualquier pieza extraíble debes sacarla.
Esto permitirá que tu teléfono móvil se ventile mejor y comience a secarse. Además, permitirá secar mejor y con mayor facilidad cada una de esas piezas que ahora están separadas. ¿Cómo debes secar cada pieza? Vamos justamente a eso.
Tercero: seca tu móvil externamente, pero ten cuidado con lo que uses para hacerlo
Ahora que las piezas extraíbles fueron retiradas, toca comenzar con el proceso de secado. Tu trabajo aquí es utilizar un paño o papel absorbente que te ayude a quitar la mayor cantidad de agua posible. Mueve tu teléfono con cuidado al secarlos para evitar que el agua llegue a lugar a los que no debería.
Por favor, que no se te ocurra usar fuentes de calor como un horno, secador de cabello o incluso poner el móvil al sol. La evaporación rápida puede hacer que la humedad llegue a otros puntos en los que no estaba antes. Aparte, demasiado calor podría deformar piezas sensibles o directamente dañar chips y circuitos.
Cuarto: es momento del secado interno y uno de tus mejores aliados te sorprenderá
Con el teléfono seco externamente, es momento de que comience el secado interno de piezas, que es lo más importante de todo. Aquí, tus mejores aliados serán elementos que son excelentes para absorber humedad. Uno de los mejores sin duda alguna sería meter tu móvil en un envase lleno de gel de silicio, pero no es algo que siempre tenemos a mano.
¿La solución? Otros productos más comunes como arena de gato, avena en hojuelas o arroz. En cualquier caso, lo que debes hacer es sumergir completamente su móvil en un envase lleno de alguno de estos productos por 48 horas y taparlo para evitar la entrada de humedad. Pasado ese tiempo, saca tu móvil y revisa si no sale agua de algún lugar. En caso de ser así, toca repetir los pasos dos, tres y cuatro nuevamente.
¿Parece todo seco? Entonces ve al siguiente paso. Por cierto, un deshumidificador también podría ayudarte como refuerzo extra para extraer la humedad.
Quinto: enciende el móvil, cruza tus dedos y prueba
Si tu móvil ya parece completamente seco, es momento de encenderlo y probar si todo está en orden. Es recomendable que este último paso lo hagas en un espacio abierto o aislado de otras cosas, por temas de seguridad.
Enciende tu móvil y si por alguna razón detectas un sonido u olor extraño, o bien un corto circuito, apaga de inmediato el dispositivo o aléjate de él. ¿Todo parece ir bien? Entonces has tenido mucha suerte y es momento de hacer algunos test:
- Prueba los sensores y piezas de tu móvil con estas aplicaciones.
- Si el altavoz funciona mal, puedes seguir nuestra guía para quitarle el agua.
- Si es la pantalla la que falla, puedes usar estos trucos para saber si el panel táctil se dañó.
¿No encendió el móvil? Entonces tocará llevarlo a servicio técnico y preparar tu billetera, porque seguramente no podrás utilizar la garantía, salvo que tengas un seguro.
¿Qué pasa si tu móvil cae en agua salada?
Si el agua dulce ya es suficientemente dañina para tu móvil, el agua salada es muchísimo peor. La sal es muy corrosiva y puede acabar con muchas conexiones internas de tu móvil en poco tiempo.
¿Qué debes hacer entonces? Aunque suene a locura, si es posible lava rápidamente tu teléfono con agua dulce para retirar la sal (tampoco te excedas). Luego, limpia los conectores y componentes electrónicos con un cepillo o bastoncillo empapado con alcohol isopropílico. Finalmente, sigue los demás pasos del tutorial para intentar salvar tu dispositivo. Vamos a resumirlos todos una última vez, para que no los olvides:
- Apagar el móvil tan rápido lo saques del agua.
- Retira todas las piezas extraíbles, especialmente la batería si es posible.
- Seca externamente el dispositivo con un paño o papel absorbente.
- Sumerge por 48 horas tu teléfono en arroz, arena de gato, gel de sílice o avena.
- Si todo parece perfectamente seco, enciende el móvil a ver si sobrevivió.
Y, como dato adicional, por favor nunca hagas estas 5 cosas si tu móvil cae en el agua.
