Hace muy poco que Samsung ha lanzado Game Tuner para sus dispositivos de gama alta pero a los pocos días nos hemos enterado de que el software estaba también disponible para el Samsung Galaxy S6 y nos hemos animado a probarlo.
Samsung Game Tuner nos permite adaptar la resolución y la cantidad de FPS de todos los juegos que tenemos en nuestro terminal (es como tener opciones de gráficos, pero mucho más básicas, en nuestro móvil) y nos permite ganar en rendimiento y autonomía. Actualmente todos los juegos que hay funcionan perfectamente en el Samsung Galaxy S6, es más, si no funcionan en un terminal así en muy pocos otros lo van a hacer correctamente pero eso no significa que no podamos mejorar el rendimiento de algunos de ellos o bien hacer que la batería no se gaste tanto en determinados títulos pero… ¿cómo funciona Game Tuner?
Configurar Game Tuner
Cuando entramos en Game Tuner vemos cinco modos diferentes:
- High – Valores al máximo con 60 FPS.
- Medium – Resolución media con 60 FPS.
- Low – Resolución baja con 30 FPS.
- Extreme Low – Resolución al mínimo con 30 FPS.
- Custom – Personalizado para cada juego.
Para establecer uno de ellos deberemos elegirlo y luego pulsar debajo de la imagen que nos da una visual de lo que podemos tener en cada modo (cuanto menos calidad, más pixelado, obviamente). Para activar el modo Custom también tenemos que pulsar en él o de lo contrario las personalizaciones que tengamos allí dentro no se aplicarán.
Personalizar cada juego por separado
Si elegimos la opción Custom y hacemos clic en Configure veremos los juegos instalados y al entrar en ellos observamos dos barras, una con Resolution Ratio y otra con Frame Rate.
- Resolution Ratio – Nos permite modificar la resolución de 2K a supongo que la mínima aunque no nos aclara datos.
- Frame Rate – Desde 60 FPS a 15 FPS podemos modificarlo.
¿Cómo ha modificado el rendimiento?
Hemos probado esta aplicación en algún que otro juego pero el más criticado, FIFA 16, funciona bien en ambos modos aunque en las imágenes podéis ver la diferencia de ambas configuraciones, la más baja y la más alta.
Actualmente no hemos apreciado diferencias de rendimiento en estos juegos aunque sí en calidad de imagen. También es cierto que los juegos con gráficos más bajos gastan menos batería pero no sabemos si llegará a ser una cantidad demasiado diferente en los menos exigentes.
