Pedir un Samsung Galaxy S6 Edge y que te llegue una lata de sardinas junto con un estropajo debe ser muy divertido o eso es lo que habrá pensado Greg Cundill, un jóven que ha recibido un Galaxy S6 Edge un tanto peculiar después de renovar su contrato.
Greg Cundill ha optado por renovar su contrato con O2 y, como mucho hijo de vecino, ha optado por pedir un nuevo móvil al operador británico. Lo mejor es que, después de firmar la permanencia y optar por un Galaxy S6 Edge vió como, en el momento de llegar a casa el paquete, dentro no había ningún Galaxy S6 Edge.
No, no es broma, le llegó una lata de sardinas en vez de su Galaxy S6 Edge
Al parecer Greg abrió el paquete sin darse cuenta de que el sello podría haber sido manipulado y lo cierto es que él no sabía si era un broma o qué estaba pasando. Greg ha comentado que ni siquiera le gustan las latas de sardinas en tomate pero que, al menos, ahora ya no tendrá excusa para limpiar.
El operador británico O2 ha dicho que está investigando el caso y se ha puesto en contacto con la empresa encargada de llevar el paquete, UK Mail, la cual ha afirmado que no ha manipulado el paquete y ha devuelto el testigo a la empresa de telecomunicaciones.
No es broma, el cliente firmó la permanencia y recibió una lata de sardinas en vez de un Galaxy S6 Edge
UK Mail ha dicho que es O2 la que debe encargarse de decir por qué había una lata de sardinas con 125 gramos dentro de la caja original del móvil Samsung y cómo ha llegado hasta ahí. Greg abrió la caja pensando que estropajo era parte de la protección del móvil pero muy pronto se dió cuenta de que abajo no había ningún móvil sino una lata de sardinas en tomate.
Greg ha bromeado mucho sobre el asunto que, recordamos, no es ninguna broma en realidad. El jóven ha comentado que se han reído mucho en casa pero que esta flamante lata de sardinas le ha costado unas 56 libras (73 euros al cambio). En The Sun no aclaran si Greg ha recibido ya un Galaxy S6 Edge nuevo pero mientras tanto tendrá que esperar de nuevo en caso de que no lo haya recibido, está claro que es el más perjudicado del asunto.
