Actualmente lo más común es que con una sola carga el móvil pueda aguantar todo el día. Pero, si por alguna razón necesitas recargar la batería y no tienes mucho tiempo, la carga rápida puede sacarte del apuro. Por esa razón, esta se ha vuelto una tecnología muy atractiva entre los móviles de gama alta, media e incluso de gama baja.
Sin embargo, alguna vez te has preguntado ¿qué es la carga rápida, cómo funciona o incluso si podría dañar la batería de tu móvil a largo plazo? Aquí tenemos todas las respuestas que estabas buscando. Y para que no quede nada fuera, empezaremos explicando lo básico:
- Cómo funcionan las baterías de los smartphones.
- Cómo funciona la carga rápida.
- Cómo saber si un móvil tiene carga rápida.
- Las recomendaciones finales para aprovechar al máximo la carga rápida del móvil.
Cómo funcionan las baterías de los smartphones
Lo primero que necesitas saber es que las baterías almacenan energía química. Al estar en uso, esta energía química se transforma en energía eléctrica aprovechable. Para ser más específicos, en la batería ocurren reacciones de óxido-reducción. Estas reacciones crean un flujo de electrones que van del ánodo (extremo negativo) al cátodo (extremo positivo).
El flujo de electrones es lo que conocemos comúnmente como corriente. Este proceso no es infinito, eventualmente los electrones se agotan y se detiene el flujo de energía (corriente). La buena noticia es que la mayoría de las baterías, como bien sabrás pueden recargarse.
Gracias a esta cualidad, una batería es capaz de cumplir varios ciclos de carga y descarga. Lamentablemente, estos ciclos hacen que se creen fallos en las celdas. Estos se acumulan hasta que llega un punto en el que impiden que la batería se regenere por completo. Llegado a este punto podemos decir que la batería del móvil ha cumplido su ciclo de vida útil y debe ser reemplazada.
Pero no te preocupes, en promedio una batería puede aguantar entre 300 a 800 ciclos de carga sin muchos problemas, lo que da para unos dos o tres años de vida útil. Esto es así principalmente con las baterías de iones de litio (Li-ion), de las que hablaremos a continuación.
¿Cómo funcionan las baterías de iones de litio?
Las baterías de iones de litio son las más comunes debido a que pueden almacenar más energía y también pueden aguantar un promedio de 500 ciclos de carga, lo que las hace más duraderas. Además, este tipo de baterías tienen un funcionamiento particular cuando están cargando que puede dividirse en tres fases: carga fuerte, absorción y flotación.
- Carga fuerte: al conectar el móvil a una fuente de energía, inicialmente el voltaje aumenta rápidamente, mientras tanto la corriente se mantiene constante.
- Absorción: el voltaje va aumentando poco a poco con una intensidad constante hasta alcanzar aproximadamente el 80 % de la capacidad de carga de la batería. Es en esta fase donde la batería carga más rápido. Sin embargo, si ocurre un aumento del voltaje mayor al permitido para la batería, se activa el sistema de protección reduciendo el flujo de energía para que el voltaje descienda.
- Flotación: cuando la batería alcanza su tensión máxima, el voltaje empieza a descender, lo que hace que (aproximadamente) los últimos 20 % restantes de la batería tarden un poco más en cargarse. Eventualmente la batería alcanza su capacidad máxima y el flujo de corriente se detiene.
¿Cómo funciona la carga rápida en los móviles?
Si hay algo que queda claro del funcionamiento de las baterías de iones de litio es que el alto voltaje puede dañarlas. Por eso, la mayoría de fabricantes incluyen altas tasas de transferencia de corriente para alcanzar lo más rápido posible la capacidad máxima de carga antes de que esta alcance el punto máximo de voltaje.
En el caso de los sistemas de carga rápida, esta idea es llevada al extremo. El truco está en que los móviles con sistema de carga rápida tienen circuitos capaces de elevar la corriente mientras mantienen el voltaje bajo. Irónicamente, los sistemas de carga rápida incluyen cargadores de alto voltaje y en los móviles se encuentran los «convertidores Buck» para convertir el alto voltaje a bajo voltaje mientras se eleva la corriente. Esto hace posible que la batería cargue más en menos tiempo.
Hay que aclarar que la carga rápida ocurre en la segunda fase (absorción) del proceso de carga en las baterías de litio, es por eso que la mayoría de los fabricantes promocionan sus sistemas de carga rápida especificando en qué intervalo de tiempo pueden cargar la batería al 80 %. Porque es en este intervalo donde ocurre la conversión de alto voltaje a mayor corriente y luego disminuye al llegar al tope del voltaje. Por eso en la fase de flotación va cargando más lentamente hasta llegar al 100 % de carga.
¿Cómo saber si un móvil tiene carga rápida?
Actualmente cualquier móvil que supere los 10 W (5V x 2A) puede considerarse con carga rápida. Fíjate que en este caso los 10 W equivalen a la multiplicación de los 5 voltios por 2 amperios. Por otro lado, esta cifra de 10 W mínimos puede ascender a 15 W en el caso de los móviles con puerto tipo-C. Para ser honestos, actualmente casi cualquier móvil a la venta sale con capacidad de carga rápida, aunque sea de 10, 15 o 18 W.
Por otro lado, es cierto que dentro de las tecnologías de carga rápida existe una gran diferencia entre los sistemas de 10 y 15 W con los de 30 W, 50 W, 65 W, 100 W o de 120 W, el más alto hasta ahora, sin mencionar que dentro de poco podríamos conocer el primer móvil con 200 W de carga rápida, presentado por Xiaomi.
¿Cómo saber si el cargador cuenta con carga rápida?
Para aprovechar la carga rápida de tu móvil necesitas acompañarlo con un cargador que admita carga rápida y que sea de la capacidad máxima de tu móvil. Esto es algo especialmente importante en la gama alta más reciente, ya que esta no incluye el cargador más potente en la caja.
Además, también deberías saber que los cargadores sin carga rápida son de 5 voltios y 1 o 1,5 amperios. Más allá de esto, si quieres confirmar si la capacidad del cargador corresponde con la del móvil solo debes multiplicar la cantidad de voltios que admite por los amperios, justo como te comentábamos anteriormente. Puedes verificar esta información directamente en los datos impresos en el cargador.
Recomendaciones para aprovechar al máximo la carga rápida del móvil
Contrario a la idea que muchas personas tienen, la carga rápida no dañará tu móvil. Aun así es importante que elijas el cargador más adecuado para tu móvil, en caso de que este no venga en la caja. Y eso no es todo, el cable que utilices para cargar el móvil también debe soportar la carga rápida aunque esto no es un problema mayor, casi todos los cables para cargar móviles son útiles.
También, aunque parezca que está de más, te recordamos no usar el móvil mientras está cargando. Mucho menos lo uses para jugar mientras carga. Esto crea un sistema de carga parásita que afecta a los ciclos de carga y eventualmente acorta la vida útil de la batería.
Por último, aunque los circuitos integrados en el móvil deberían evitar que este se caliente en exceso, procura no cargar el móvil donde reciba luz directa del sol o en espacios cerrados y con mucho calor.