En los últimos años, las cámaras de los móviles han crecido bastante, en todos los aspectos. Ahora son más numerosas (tienen múltiples sensores), cuentan con muchos megapíxeles y el tamaño de los sensores es enorme. Ejemplo de esto último es el sensor principal de la cámara del Galaxy S20 Ultra, que mide 1/1,33 pulgadas, o el del Huawei P40 Pro Plus, que mide 1/1,28 pulgadas. Recordemos que el sensor de una cámara no es más que la parte de la misma que es sensible a luz y que graba imágenes.
Así pues, cuando los sensores son más grandes, estos permiten tomar mejores fotos en términos de resolución, profundidad de campo e iluminación. Aunque, por supuesto, la fotografía computacional que utilizan los móviles es mucho más compleja que eso y existen otros factores que determinan la calidad de las fotos. De todas formas, lo interesante aquí es que los fabricantes que están usando estos grandes sensores en las cámaras de sus móviles, también están apostando por muchos megapíxeles, lo cual reabre el eterno debate: ¿más MP significa mejores fotos? No necesariamente, pero sí influye y aquí te explicamos cómo.
Entendiendo la fotografía de los móviles, ¿tanto importan los megapíxeles?
Como mencionamos antes, la fotografía en los móviles es computacional. Esto significa que la calidad de las fotos no solo depende de las partes físicas de la cámara (como los sensores), sino también de los algoritmos de procesamiento de imagen que use el móvil, así como del procesador dedicado a ello (el ISP). Así fue como, algunos años atrás, Google impresionó al mundo con la cámara del Pixel 3 y su modo noche que demostró que, con tan solo un sensor de 12,2 MP y mucho trabajo de software, los móviles también pueden hacer buenas fotos en entornos oscuros.
No olvidemos que, históricamente, la limitación de las cámaras de los móviles frente a las cámaras normales ha sido la fotografía nocturna. Esto se debe al tamaño del sensor de cámara de los móviles que es muy pequeño y logra captar poca luz. Por ello, es de admirar lo que Google consiguió con el Pixel 3, pues dejaron claro de lo que es capaz de hacer la fotografía computacional. Por supuesto, el resto de fabricantes de móviles han venido copiando el modelo de Google en los últimos años, ideando sus propias soluciones de software para mejorar la fotografía de sus móviles. El punto es que, hoy en día, el software y el procesamiento de imágenes son esenciales para la fotografía móvil.
Muchos MP sí importan, pero dependiendo del tamaño del sensor
Una vez entendido eso, ¿qué pasa cuando combinamos la fotografía computacional con sensores relativamente grandes en los móviles? Pues obtenemos resultados grandiosos, ya que se puede captar más luz y, por ende, más información para que los algoritmos del móvil hagan su magia. De ahí a que el tamaño de los sensores también sea muy importante. Ahora bien, ¿y qué hay de los megapíxeles? Los MP no están directamente relacionados con el tamaño del sensor, pero sí son influyentes. Por ejemplo, podemos tener dos sensores con igual resolución (megapíxeles), pero con distintos tamaños.
En igualdad de megapíxeles, el sensor de mayor tamaño capturará más detalles de las imágenes, pues sus MP serán más grandes. Si a eso sumamos la tecnología Pixel Binning que usan los móviles actuales y que combina hasta 9 MP en uno solo (como hace el S20 Ultra con su cámara de 108 MP), se obtienen fotografías con nueve veces más luz, un mejor rango dinámico y colores más precisos. Es por ello que, mientras más MP y más grande sea el sensor, mejor será la iluminación y nitidez de las fotos tomadas por un móvil, siempre y cuando se acompañe con un buen software de procesamiento de imágenes.
El tamaño del sensor es más importante
No obstante, cabe aclarar que en los móviles es más importante el tamaño del sensor que los megapíxeles. Y es que, con un sensor pequeño de muchos MP, se capturarán muchos detalles en cantidad, pero no en calidad. Es decir, las fotos capturadas con un sensor así no serán muy fieles a la realidad, pues el sensor no es capaz de captar mucha luz y precisamente la luz es la que aporta información de calidad al sensor. En cambio, con un sensor grande de pocos MP, las fotos tendrán colores más precisos y una mejor iluminación, pese a tener menor detalle.
El tomar fotos con pocos detalles en términos de resolución solo es un problema importante si vas a imprimir las fotos que tomas con el móvil. ¿Por qué? Pues porque la impresora no tendrá todos los detalles necesarios para dar vida de forma fidedigna a la imagen. Otra desventaja que podemos encontrar a los sensores con pocos MP es que no pueden hacer uso de la tecnología Pixel Binning que, si bien no hace maravillas, aporta un plus de calidad a las fotos.
En definitiva, lo mejor es que los móviles tengan sensores grandes con muchos MP, tal como lo hacen los gama alta de la actualidad, para capturar toda la información posible de las escenas. Y si te preguntas por los sensores secundarios, en este otro artículo te explicamos por qué más cámaras en un móvil no significa mejores fotos.