Nokia 8 decepciona con su pantalla, no es digna de la gama alta

Este año el panorama smartphone ha estado marcado por varias novedades importantes por las que será recordado. Una de ellas es el regreso de Nokia con terminales Android producidos por HMD Global.

Ya tiene en su catálogo modelos de entrada y gama media, que tienen una relación calidad-precio batante interesante. De hecho, se espera que el Nokia 2 tenga un precio inferior a 100 euros. Pero el más esperado era el gama alta Nokia 8, y parece ser que la calidad de su pantalla deja mucho que desear.

La pantalla del Nokia 8 no es de gama alta

Es cierto que el Nokia 8 monta un hardware potente. El procesador estrella de Qualcomm, Snapdragon 835, junto a una memoria RAM de 4 GB de tipo LPDDR4X y una capacidad de almacenamiento interno de 64 GB en formato UFS 2.1. Sin duda, especificaciones capaces de brindar un rendimiento al nivel del buque insignia que es.

Nokia 8 oficial

Sin embargo, la pantalla del Nokia 8 no es la que un gama alta debe integrar. Al menos, para estar a la altura de sus rivales. Con un tamaño de 5,3 pulgadas con resolución Quad HD (de 2560 x 1440 píxeles) alcanzando los 554 píxeles por pulgada de densidad. Sobre el papel, estas características pintan bien, pero la realidad es diferente.

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De hecho, estamos ante un nuevo caso del famoso tono azul, ese tan molesto que se ve al mirar la pantalla desde cierto ángulo. Le está sucediendo al Google Pixel 2 XL, pero el Nokia 8 lo supera. Porque su panel LCD presenta un fallo grave en la temperatura del color, que se aprecia incluso mirándolo de frente.

Presenta un nivel de balance de blancos bastante decepcionante. El estándar ronda los 6.500 Kelvin, siendo los valores superiores los que muestran unos blancos demasiado azulados. El gama alta finlandés supera esta cifra, llegando a los 8.515 Kelvin.

Nokia 8 oficial

Desde el portal PhoneArena afirman que «la pantalla del Nokia 8 es inexcusablemente mala». Quizá es algo desmesurado, pero se entiende dado que se trata de un modelo con un precio de 600 euros. La compañía optó por sacrificar la precisión del color para que la pantalla tenga más brillo. Y, viendo el resultado, no fue una decisión acertada.