He dejado de usar auriculares inalámbricos: estos son mis motivos

razones por las que deje de usar auriculares inalámbricos

En estos últimos años, tanto yo como muchos otros entusiastas de la tecnología y el audio hemos empezado a dejar de usar auriculares inalámbricos en favor de los auriculares de cable. No se trata de una moda pasajera ni de la nostalgia apoderándose de nuestras decisiones, sino de una necesidad por mejor calidad de sonido, más fiabilidad, entre otras cosas.

Aunque cada uno tiene sus razones particulares, a continuación te contaré por qué yo ya no uso auriculares Bluetooth, o inalámbricos en general, y por qué tú también deberías considerar volver a usar los auriculares de cable de toda la vida. Ojo, este post no es para desmerecer la tecnología inalámbrica, sino para revalorizar la alámbrica y sus múltiples virtudes atemporales. ¡Vamos allá!

7 razones por las que los auriculares de cable me parecen superiores

auriculares truthear hexa de cable
Estos son los auriculares de cable que uso ahora: los Truthear Hexa

Desde que compré los 7Hz Salnotes Zero hace un par de años, unos auriculares IEM muy recomendados en foros audiófilos por su coste bajo y buenísima  calidad de sonido, no he vuelto a usar auriculares inalámbricos ni con mi móvil ni con mi ordenador. Ya los he cambiado, pero por otros auriculares de cable (los Truthear Hexa de la imagen) porque no hay ninguno inalámbrico en el mercado que me pueda ofrecer lo que me ofrecen unos buenos auriculares alámbricos.

Mejor calidad de sonido

No importa qué tan bueno o caro sea un auricular inalámbrico, nunca podrá igualar la calidad de sonido de un auricular de cable de su misma gama. La razón es simple: todos los auriculares inalámbricos usan tecnologías de compresión de audio que genera pérdidas para poder transmitir el sonido de forma eficiente. Si bien es cierto que se han desarrollado códecs como aptX y LDAC que logran transmitir audio inalámbricamente en alta resolución, siguen teniendo compresión y, por lo tanto, una cierta pérdida de calidad.

En cambio, con unos auriculares de cable, el audio se envía directamente desde tu dispositivo hasta tus oídos sin ninguna compresión o perdida adicional. Evidentemente, los drivers, la calidad de construcción y la fuente del audio influyen en la calidad final del sonido, pero en igualdad de condiciones, unos auriculares de cable siempre serán superiores.

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Menor latencia

Si utilizas auriculares para jugar o ver vídeos, te conviene usar auriculares de cable en lugar de auriculares inalámbricos. La razón es muy sencilla: en unos auriculares inalámbricos tarda mucho más en llegar el sonido que en unos de cable. Esto es a lo que llamamos «latencia», que no es más que el retraso que tienen los auriculares al reproducir el sonido desde que sale de la fuente.

La latencia en auriculares Bluetooth puede oscilar entre 32 y 300 milisegundos, mientras que los auriculares de cable establecen una conexión directa y casi instantánea con la fuente, por lo que su latencia es prácticamente de 0 milisegundos.

Es cierto que, hoy en día, unos buenos auriculares inalámbricos no deberían tener problemas de latencia notorios, pero si quieres evitarte los retrasos causados por el procesamiento adicional que hacen los auriculares Bluetooth para gestionar la conexión inalámbrica, los auriculares de cable son tu apuesta segura.

Conexión más estable

Los auriculares inalámbricos dan más problemas de conexión (caídas, microcortes, desincronización, etc.) que los de cable debido su funcionamiento más complejo. Al recibir el audio por Bluetooth, cualquier interferencia que ocurra en esta red perjudicará a los auriculares. Lo mismo aplica para los auriculares inalámbricos basados en la red de 2,4 GHz.

Además, los auriculares tipo AirPods, sobre todo los más baratos, tienen un fallo muy común de conexión que hace que uno se desconecte y el otro no. No ocurre siempre, pero cuando ocurre resulta muy molesto. Con los auriculares de cable puedes olvidarte de esos problemas, ya que la conexión es directa a la fuente de audio (si hay un fallo de conexión, normalmente es porque el cable se ha dañado).

No se quedan sin batería ni necesitan carga

Los auriculares de cable se alimentan directamente del dispositivo al que están conectados. No llevan batería, por lo que no debes preocuparte por cargarlos nunca. Es una ventaja clara frente a los auriculares inalámbricos que, si los usas por muchas horas seguidas, pueden quedarse sin carga y apagarse mientras estás escuchando algo. Y lo peor es que los inalámbricos tipo AirPods no pueden seguir usándose cuando se descargan; tienes que llevarlos a su base de carga y esperar unos minutos a que se recarguen un poco para volver a utilizarlos.

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Además, no olvidemos que con el tiempo la batería de los auriculares inalámbricos va perdiendo capacidad. Así que, después de 1 o 2 años de uso, tendrás que recargar los auriculares más a menudo porque se descargarán más rápido.

Mayor vida útil

Al depender de una batería incorporada para su funcionamiento, los auriculares inalámbricos tienen un tiempo de vida útil muy limitado. Cuando su batería muera (su capacidad se reduce a cero por la degradación causada por el ciclo de carga y recarga), los auriculares quedarán inservibles. Esto solo no ocurrirá con auriculares como los Fairbuds XL que tienen batería reemplazable, pero el 99% de los auriculares inalámbricos usan baterías fijas no sustituibles.

Los auriculares de cable no tienen batería, por lo que su tiempo de vida útil suele ser más prolongado. Lo más probable que se dañe en estos auriculares es el cable, pero esto solo ocurre con modelos ultra-baratos de mala calidad. Hoy en día, tienes auriculares tipo IEM con cable robusto, sin enredo y reemplazable por apenas 15,98 €. ¡Te pueden durar toda la vida si los cuidas!

Funcionamiento más sencillo

Otra de las virtudes de los auriculares de cable es su funcionamiento plug-and-play. Es decir, los enchufas y ya están listos para usar, sin necesidad de configurar nada. Los auriculares inalámbricos requieren que actives el Bluetooth en el dispositivo al que quieres conectarlos, habilitar el modo de emparejamiento Bluetooth y, en algunos casos, pulsar un botón en los auriculares (o en su estuche de carga) para que se produzca la conexión.

Aparte, si vas a utilizar los auriculares inalámbricos con más de un dispositivo, no pocas veces te encontrarás en la situación en la que los auriculares se conectan automáticamente al dispositivo donde no quieres usarlos. Y es algo muy molesto, pues tendrás que desconectarlos manualmente desde las opciones del dispositivo conectado.

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No se caen ni se pierden

Al menos en mi experiencia personal, todos los auriculares Bluetooth tipo AirPods tienden a caerse con el movimiento. En cambio, los auriculares de cable  suelen ser más estables y cómodos, sobre todo los monitores intrauditivos. Cabe aclarar que ya existen auriculares Bluetooth que han solucionado ese problema, como los Baseus Eli Sport 1, pero la realidad es que la mayoría no son así y son más como los AirPods.

El problema de que los auriculares Bluetooth se caigan es que conlleva el riesgo de perder uno de ellos o que se dañen por la caída. Por lo general, los fabricantes no te venden un solo auricular, así que tendrás que comprar un par nuevo si se te pierde uno. Además, los auriculares inalámbricos son intrínsecamente frágiles y difíciles de reparar. Todo lo contrario a lo que sucede con los auriculares de cable, que tienen una construcción más robusta y están atados con un cable, por lo que es imposible que se te pierda uno y otro no.

Más baratos sin sacrificar calidad de sonido

El auge del Chi-fi (abreviación de Fidelidad China) en estos últimos años ha causado una revolución en el mundo de los auriculares. Un montón de marcas han abarrotado el mercado con auriculares de cable fabricados en China que ofrecen una excelente calidad de sonido a precios muy competitivos. ¿A qué marcas nos referimos? QKZ, CCA, 7Hz, Truthear, Moondrop, Kinera, DUNU, TANGZU, FiiO, etc. Hay muchísimas competiendo por ofrecer la mejor relación calidad-precio, avaladas por foros melómanos y audiófilos como Crinacle. Esto ha hecho posibles auriculares de cable que suenan mejor que unos inalámbricos por la mitad de precio o menos.

Los auriculares inalámbricos siempre ofrecerán una peor relación calidad de sonido – precio que los auriculares de cable por una simple razón: más componentes significa mayores costes de fabricación. La complejidad de los auriculares inalámbricos hace que gran parte de su coste de fabricación no se destine a mejorar su calidad de sonido, sino a la tecnología inalámbrica. En los auriculares de cable casi todo se destina a ofrecer una buena calidad de sonido.

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