Hoy la mayoría de los terminales de gama media-alta que salen al mercado cuentan con conexión NFC (Near Field Communication) una conectividad destinada a pagar mediante tarjeta de crédito con nuestro smartphone y transferir archivos de un terminal a otro simplemente manteniéndolos juntos. Teóricamente es una tecnología muy útil, aunque seguro que apenas utilizaste y es comprensible ya que en nuestro país esta tecnología aun no ha cuajado.
En España la mayoría de establecimientos no disponen de un sistema de cobro que acepte el NFC, lo que provoca que muchos usuarios que tienen un terminal con esta conectividad no sepan para que se utiliza, pues en el año 2014, el observatorio Cetelem hizo una encuesta para saber cuantos usuarios conocían la forma de pago a través del smartphone y concluyó en que el 22% de los usuarios no saben lo que es el NFC.
Tristemente, la máxima utilidad que le podemos sacar a esta tecnología en nuestro país es la de transferir archivos multimedia y leer y escribir etiquetas NFC. Cierto es que algunos bancos y compañías telefónicas nos dan la posibilidad de tener un monedero virtual en nuestro smartphone para pagar facturas con simplemente acercar el terminal a una TPV, pero la inmensa mayoría de establecimientos no dispone de estas TPV compatibles con NFC, por lo que si queremos hacer uso de este método de pago, el único lugar posible es en los supermercados Mercadona, que invirtió millones de euros en introducir esta tecnología en sus establecimientos.
Por fortuna, esta «comunicación por campo cercano» va llegando lentamente a España, pues recientemente EMT (empresa madrileña de transportes) está trabajando en un proyecto para incorporar este método de pago a sus autobuses, aunque tendremos que esperar como mínimo 1 o 2 años a que esta tecnología esté disponible para todos.