En el mundo de los Smart TV, las plataformas de streaming y los videojuegos la resolución 4K ya es prácticamente la norma. Entonces, ¿por qué esto no sucede en los móviles? Casi nadie hace móviles con pantallas 4K, algo que quizás te haya llamado la atención (de lo contrario no hubieses entrado a este artículo). Hoy vamos a teorizar un poco al respecto e intentar dar con algunos argumentos sólidos sobre por qué no hay casi móviles con pantallas de 4K. ¿Cuál es tu teoría? Estas que te presentaremos abajo son las nuestras.
Fabricar móviles con pantallas 4K parece que no sale a cuenta todavía (ni a ti, ni a los fabricantes)
Por allá en 2015 Sony nos sorprendió a todos al lanzar el Xperia Z5 Premium, el primer móvil con pantalla 4K de la historia. La compañía repitió la fórmula por algún tiempo, otros también le siguieron, pero incluso Sony dio su brazo a torcer al respecto. ¿Sony? Sí, sus smartphones ya no llevan pantallas de este tipo, aunque ellos quieran decir que sí por marketing. La resolución de 3840 x 1644 píxeles del Sony Xperia 1 V no es resolución 4K. Pero bueno, volvamos a lo que nos importa.
Para aquel entonces (2015 y los años inmediatos) resultó fácil determinar las razones de por qué las pantallas 4K no funcionaron en los móviles: no había suficiente contenido en 4K, no se desarrollaban casi apps compatibles con esta resolución y esas pantallas eran absurdamente caras.
Pero como ya mencionamos, en 2023 todo es muy diferente: hay mucho más contenido en 4K, estos paneles son la norma en distintas áreas y también hay muchas apps compatibles. Entonces, ¿por qué todos los fabricantes evitan usar la resolución 4K y se quedan con otras más bajas (Sony incluido)? Hablamos de las típicas resoluciones Full HD+, 2K y QHD+, que son las que mayor presencia tienen en el catálogo global de smartphones. Investigando un poco por aquí y por allá, estas parecen ser las razones:
Mayor consumo energético que pantallas de menor resolución
Por mucho que los componentes de hardware de los móviles sean más eficientes, las pantallas son la pieza que más energía necesita (y con diferencia). Una pantalla 4K consume muchísima más energía que una QHD+, ni que decir de una Full HD+.
Aparte, al necesitar dibujar más píxeles, el procesador también tiene mayor carga de trabajo, lo que le hace consumir todavía más energía. Vamos, que las baterías sufren con estas pantallas y la autonomía se ve bastante golpeada.
La mejora de calidad no es apreciable para el usuario promedio
No es una ciencia exacta, pero se estima que el ojo humano promedio no es capaz de notar diferencia alguna más allá de una densidad de pantalla de unos 300 ppi en un móvil.
Un smartphone con resolución Full HD+ generalmente se mueve alrededor de los 400 ppi, que ya es más del promedio. Mientras, un panel 4K puede estar alrededor de los 800 ppi, una densidad totalmente inapreciable para el tamaño de la pantalla. De hecho, incluso los paneles QHD+ y 2K son demasiado para el ojo humano (en un móvil).
En los TV y monitores sucede algo similar, aunque se usa una escala de referencia diferente. Sin embargo, hay un consenso en que las pantallas de menos de 55 pulgadas no tienen sentido para la resolución 4K. Ahora imagina una de 7 pulgadas o menos.
Precio de fabricación, las pantallas 4K son mucho más caras que otras de menor resolución
Como es de esperar, es más caro fabricar un panel de mayor resolución que uno más simple. Nada más revisa cuánto cambia el precio de un móvil con pantalla QHD+ a uno Full HD+ para que te des cuenta. Llévalo hasta 4K y será todavía más.
Ojo, sabemos que el salto de resolución no tiende a ser lo único entre una versión de un móvil y otra superior. También tienden a cambiar las cámaras y algunas cosas extra (como entre los Pixel 7 y Pixel 7 Pro), pero la pantalla se lleva un porcentaje razonable del precio adicional.
Hay mucho más contenido en 4K que hace años, pero consumirlo tiene su precio
Distinto a 2015, en 2023 hay muchísimo contenido multimedia disponible en calidad 4K. Hablamos de series, películas, juegos y aplicaciones compatibles con esta resolución. Sin embargo, reproducir contenido de este tipo demanda muchos más recursos que en resoluciones inferiores. Y ojo, que no hablamos solamente de potencia, también hablamos de dinero:
- Requiere mayor potencia y energía (ya lo dijimos antes).
- Consume muchísimos más datos y requiere mayor velocidad de conexión. Eso si hablamos de streaming, especialmente en plataformas de videojuegos como GeForce Now y Xbox Game Pass Ultimate que necesitan conexiones muy veloces y estables.
- Implica un mayor gasto de dinero. Los planes 4K en las plataformas de streaming son más caros y también gastarás más dinero en tu plan de datos o en el WiFi de tu casa.
Como verás, invertir en pantallas 4K para móviles no sale especialmente a cuenta. Ni a las empresas como fabricantes, ni a nosotros compradores. Ojo, y eso que hay otros problemas que ya se han ido superando gracias a las nuevas tecnologías LED. ¿Un ejemplo de esto último? Las limitaciones de brillo máximo en pantallas con una densidad de píxeles tan alta, debido al enorme calor generado.
Actualmente, hay móviles con un brillo máximo de 2000 nits (iPhone 14 Pro Max), 1750 nits (Galaxy S23 Ultra) y similares que, además, tienen una densidad altísima debido a su resolución. Sin embargo, hasta hace realmente poco era una locura pensar en una pantalla 4K de 1000 nits o más de brillo en un móvil.
El calor generado era demasiado, lo que terminaba afectando los componentes internos e incluso empujando a que el procesador tenga throttling. De hecho, los Xperia son bastante conocidos por este mal cuando tienen el brillo al máximo, y eso que ya no usan paneles 4K reales. Imagínate si lo hicieran.