Muchos usuarios se preguntan para qué sirve rootear el móvil. La respuesta es fácil de saber si hemos usado alguna vez un entorno Unix como puede ser Linux y nos hemos topado muchas veces con los molestos permisos root que necesitamos para acceder a las funciones de administrador. Pues bien, hay determinadas funciones a las que no podemos acceder a pesar de ser los propietarios de nuestro terminal Android, ya que dependen del sistema operativo. Como siempre hay cuevas y maneras de huir de estas restricciones y una de ellas es ser root.
Hay muchas funcionalidades que no están presentes en nuestro sistema operativo y que sin embargo echamos de menos. Seguro que todos recordamos la opción de «reiniciar» que estaba ausente en muchos dispositivos Android pero que si éramos root, podíamos descargarnos una aplicación por APK que requería permisos de root para poder acceder a este tipo de funciones del sistema y mediante un clic ya podíamos reiniciar nuestro terminal.
Rootear nuestro móvil también nos permite acceder a funciones más avanzadas, como instalar una ROM en nuestro smartphone. Esto es, cambiar el sistema operativo que deberíamos tener en ese momento según nuestro fabricante. Por ejemplo, ahora con la moda de Android Lollipop muchos usuarios del OnePlus One todavía no han actualizado de manera oficial sin embargo la ROM ya está cocinada desde noviembre, por lo que los usuarios root ya la tienen en sus smartphones mientras que los no root tienen que esperar a la oficial.
No queremos decir ni mucho menos que ser root sea bueno, pero te permite acceder a funciones limitadas por el sistema. Siendo root, podemos sobrepasar los límites impuestos por Android y hacernos con un pleno control de nuestro dispositivo pero ojo, que debemos tener unos conocimientos mínimos para no dañar nada en nuestro sistema. Siempre se recomienda al usuario iniciado en Android que se informe mucho antes de decidir si rootear su terminal, por lo que pueda pasar.