
El segmento de smartphones rugerizados plantea un dilema constante: equilibrar la durabilidad extrema con funcionalidades prácticas más allá de la resistencia. El AGM G3 PRO llega como una solución integral, integrando una cámara térmica, una lámpara de camping y una batería de gran capacidad en un chasis certificado para entornos exigentes.
He tenido la oportunidad de poner a prueba este todoterreno Android durante las últimas semanas. Y lo primero que te puedo decir es que sus especificaciones, no se quedan en el papel. Son funcionalidades que, cuando las necesitas de verdad, cambian por completo tu forma de enfrentarte al entorno. ¿Estamos ante el compañero definitivo para los que salen de aventura o trabajan en entornos duros? Vamos a analizarlo.
AGM G3 PRO: un smartphone rugerizado con cámara térmica, lámpara de camping y batería de 10000 mAh

Como buen móvil rugerizado, el AGM G3 PRO destaca por su carcasa robusta diseñada para entornos exigentes. En su interior, late el chipset MediaTek Dimensity 7300 de gama media, junto con 12 GB de RAM y 512 GB de almacenamiento. Pero su característica distintiva es el módulo termográfico que mide temperaturas de objetos sin contacto de manera visual. Además, tiene una autonomía brutal con una batería de 10000 mAh, así como conectividad 5G. Echa un vistazo a sus especificaciones antes de pasar al análisis:
Ficha técnica del AGM G3 PRO
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Características
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AGM G3 PRO
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| Dimensiones | 177,5 x 82,8 x 16,0 mm (18,1 mm máximo). 375 gramos. |
| Pantalla | 6,72″ Full HD+ (2400 x 1080 píxeles) con panel LCD INCELL, tasa de refresco de 120 Hz, brillo de 450 nits y perforación para la cámara selfie. |
| Procesador | MediaTek Dimensity 7300 de ocho núcleos, hecho con un proceso de 4 nm. Gráfica Mali-G615. |
| RAM | 12 GB LPDDR4x. |
| Almacenamiento | 512 GB con UFS 3.1, ampliable hasta 1 TB con tarjeta microSD. |
| Cámara trasera | Sensor principal 64 MP + sensor macro de 2 MP. de temperatura. Flash LED. Cámara termográfica de 512 × 384 con tamaño de píxel de 12 μm y distancia focal de 3,2 mm. |
| Cámara frontal | 50 MP. |
| Conectividad y extras | USB-C 2.0, WiFi 6 de doble banda, Dual SIM 5G, NFC, GPS/AGPS+Glonass+Galileo, Bluetooth 5.2, IP68/IP69K/810H, altavoz 3820 BOX de 5 W, OTG, jack de 3.5 mm para auriculares, radio FM, linterna de camping, lector de huellas lateral y botón personalizable. |
| Batería | 10000 mAh con carga rápida de 33 W por cable y 18 W de forma inalámbrica. |
| Sistema operativo | Android 15. |
Resistencia militar, agarre ergonómico, sonido de concierto y luz para la noche
Al sacar el AGM G3 Pro de su caja, lo primero que llama la atención es su peso. Con 375 gramos, se siente como un bloque sólido, pesando casi el doble que un smartphone convencional. Sin embargo, su diseño está tan bien pensado que no resulta incómodo en absoluto. El agarre ergonómico y texturizado lo hace sorprendentemente cómodo de sostener. Visualmente, también impresiona: combina detalles metálicos con patrones geométricos sobre un cuerpo plástico robusto que, a pesar de sus generosas dimensiones, mantiene un aspecto discreto y elegante.
En cuanto a resistencia, no hay margen para quejas. Todos sus puertos están sellados con una lengüeta de silicona, las esquinas están reforzadas para absorber impactos y su construcción cuenta con las certificaciones IP68, IP69K y MIL-STD-810H. Esto garantiza una protección militar completa: es totalmente impermeable al polvo, arena y suciedad, soporta inmersión en agua de hasta 1,5 metros durante 30 minutos y resiste caídas desde alturas de hasta 1,5 metros sin daños.
Pero sin duda, el elefante en la habitación es su enorme linterna integrada en la parte trasera. Como se aprecia en las imágenes, el AGM G3 Pro no se conforma con un simple flash LED junto a la cámara, sino que incluye una potente linterna de camping. Resulta ideal para revisar el motor del coche si te quedas tirado de noche, iluminar senderos oscuros durante una acampada o servir como lámpara de emergencia en un apagón. Es notablemente potente y su consumo de batería es moderado, lo que la convierte en un añadido tremendamente práctico.
Justo al lado del módulo de cámaras, en la tapa trasera, se encuentra el altavoz de 5 W. Suena sorprendentemente bien para tratarse de un teléfono: lo he usado para escuchar música con amigos y no solo es mucho más potente que el de un móvil convencional, sino que reproduce graves profundos sin sacrificar el detalle en el resto de frecuencias. Aunque no lo he medido, el fabricante afirma que alcanza los 116 dB de volumen, un nivel comparable al de una licuadora en funcionamiento… y no me cuesta creerlo.
Debajo del módulo de cámaras se ubica la cámara termográfica de 512 × 384 píxeles, y bajo la linterna de camping está la almohadilla para la carga inalámbrica. Profundizaremos en ambas características más adelante. Siguiendo con el diseño, cabe destacar el botón personalizable de color naranja en el lateral izquierdo, que puedes programar desde los ajustes para activar rápidamente funciones como la cámara o la linterna.
Además del puerto USB-C (compatible con OTG), conserva una valiosa rareza en los smartphones modernos: una entrada jack de 3,5 mm para auriculares, que además habilita la función de radio FM. Esta característica, cada vez más olvidada, sigue siendo útil hoy en día. En situaciones sin Internet o sin electricidad, este teléfono te permitirá sintonizar la radio para mantenerte informado.

En el lateral derecho se encuentran los botones de volumen y el de encendido, este último con un lector de huellas integrado que funciona con rapidez y precisión. Volviendo al lado izquierdo, allí se aloja la bandeja para dos tarjetas nanoSIM (con soporte 5G) o una nanoSIM más una tarjeta microSD, permitiendo ampliar el almacenamiento hasta 1 TB. Teniendo en cuenta su naturaleza rugerizada y todas las funciones que integra, su peso deja de parecer excesivo; de hecho, resulta ligero para todo lo que ofrece.
En conectividad inalámbrica cubre lo esencial para cualquier escenario real: Bluetooth 5.2, NFC, WiFi 6 y navegación global mediante GPS, AGPS, Glonass y Galileo.
Por último, su pantalla de 6,72 pulgadas ofrece una resolución Full HD+ y una tasa de refresco de 120 Hz. Su brillo máximo de 450 nits puede notarse justo en días de mucha luz solar, pero en la mayoría de situaciones no supone un problema. Aunque se trata de un panel LCD que no destaca por su contraste, cumple con una calidad de imagen más que correcta. Como es habitual en los dispositivos todoterreno, los marcos son generosos, pero al menos la cámara frontal está integrada en la pantalla, lo que contribuye a un diseño más limpio y contemporáneo.
Su arma secreta: una cámara térmica para detectar problemas en tu día a día
El factor diferencial del AGM G3 Pro respecto a otros smartphones ultrarresistentes es su sensor termográfico profesional. No se trata de un accesorio ni de un módulo externo, sino de una cámara térmica nativa que opera directamente desde su aplicación dedicada, lista para usar en cualquier momento. Sirve para medir temperaturas de objetos, animales y personas con solo apuntarles con la cámara.
La resolución de 512 × 384 píxeles, con un tamaño de píxel de 12 μm y una distancia focal de 3.2 mm, proporciona un nivel de detalle sorprendentemente útil. Permite, por ejemplo, visualizar con claridad cómo se calientan los componentes de una placa electrónica, ayudando a identificar cortocircuitos o puntos de sobrecalentamiento con solo apuntar.
Más allá del ámbito técnico, esta capacidad se vuelve práctica en escenarios cotidianos y profesionales: desde detectar fugas de calor en el aislamiento de una ventana hasta localizar a una mascota o un animal en maleza densa durante una salida al campo.
La aplicación ofrece varias funciones básicas pero efectivas para sacarle provecho: objeto fijo, vídeo (grabación térmica), un selector de paleta de colores para la representación del calor y una escala térmica configurable. En pantalla se muestran de forma clara tres valores clave: la temperatura mínima, la central (del punto que señales) y la máxima de la escena, lo que convierte cada medición en información cuantificable y accionable. Es, en definitiva, una herramienta de diagnóstico que cabe en el bolsillo.
Una cámara que brilla en la naturaleza: buen zoom, impresionante enfoque macro
Más allá de su robustez, el AGM G3 Pro incluye un apartado fotográfico sorprendentemente capaz para un smartphone de su categoría. En su trasera, encontramos un trío bien equilibrado: una cámara principal de 64 MP con sensor Sony IMX682 (1/1,73″), un sensor macro gran angular de 2 MP y, por supuesto, el ya mencionado módulo termográfico. Al frente, una generosa cámara frontal de 50 MP se encarga de selfies y videollamadas.
La principal, firmada por Sony, se sitúa en un punto interesante: claramente por debajo de los flagships actuales, pero mejor que las cámaras más básicas que suelen acompañar a otros móviles rugerizados. En líneas generales, se desenvuelve muy bien. Cuando la luz es su aliada, los resultados son más que satisfactorios: reproduce desenfoques agradables en los planos secundarios, captura un buen nivel de detalle y lo hace sin introducir artefactos evidentes. Es una cámara fiable y directa, cuyo rendimiento cumple sin pretensiones excesivas.
La cámara macro, aunque modesta en megapíxeles, permite enfocar a distancias muy cortas, ideal para capturar los detalles de una flor, un insecto o la textura de la corteza de un árbol. Para escenas oscuras, no depende únicamente del software: su potente lámpara de camping (la misma que usamos para iluminar caminos) actúa como un flash extraordinariamente eficaz, iluminando de forma natural y sin reflejos violentos.
En cuanto a vídeo, la grabación máxima es de 1080p a 60 fps, un resultado correcto y fluido, aunque sin alcanzar la espectacularidad de estabilización o definición de gamas más altas. Los resultados de la cámara frontal, por su parte, son bastante buenos; más que suficiente para selfies o videollamadas.
Potencia sin despilfarro: rendimiento garantizado para el día a día
El rendimiento del AGM G3 Pro corre a cargo del MediaTek Dimensity 7300, un procesador de gama media-alta fabricado en un eficiente proceso de 4 nanómetros. Cuenta con ocho núcleos (4x Cortex-A78 a 2.5 GHz y 4x Cortex-A55 a 2.0 GHz), junto a la GPU Mali-G615 MC2. En la práctica, esto se traduce en un rendimiento fluido y estable que no decae, respaldado de manera generosa por sus 12 GB de memoria RAM LPDDR4x.
La experiencia de usuario es notablemente ágil. El sistema, basado en una versión casi pura de Android 15, no carga al dispositivo con capas de personalización pesadas. Solo encontramos algunos ajustes específicos para las funciones únicas del teléfono, como la programación del botón lateral naranja o el acceso rápido a la radio FM, así como herramientas extras como plomada, transportador, medidor de altura, medidor de sonido, nivel, etc.
Esta potencia es más que suficiente para cualquier tarea del día a día, aplicaciones profesionales de campo y entretenimiento . En cuanto a juegos, permite ejecutar títulos pesados como Genshin Impact con ajustes gráficos medios, y llega a manejar emuladores de consolas como PlayStation 2 o GameCube para juegos no excesivamente demandantes. Su rendimiento es comparable al de un Snapdragon 7s Gen 2.
Todo esto se complementa con un almacenamiento interno de 512 GB bajo el rápido estándar UFS 3.1. No produce cierres inesperados de aplicaciones y la navegación, incluso con varias apps en segundo plano, resulta completamente fluida.
Autonomía legendaria: días de uso con la comodidad del carga inalámbrica
La batería de 10000 mAh del AGM G3 Pro te asegura unos dos a tres días de uso básico sin recarga. Esto lo convierte en el compañero ideal para viajes largos, trabajos de campo o situaciones donde el acceso a la corriente es limitado.
Para la recarga, ofrece una flexibilidad inusual en su categoría. Soporta carga rápida por cable de 33W (que completa la batería en algo más de dos horas) y, de manera destacable, carga inalámbrica de 18 W, una función rara vez vista en dispositivos todoterreno.
Veredicto final: el AGM G3 PRO más que un móvil, es la herramienta de supervivencia definitiva
Si buscas un móvil todoterreno que no solo resista lo impensable, sino que además ofrezca un rendimiento sólido, un diseño manejable y herramientas útiles para el día a día, el AGM G3 Pro cumple sin dudar. Este dispositivo entiende las necesidades reales de su público, logrando el difícil equilibrio entre una durabilidad militar certificada y una utilidad práctica que va mucho más allá de simplemente aguantar golpes y agua.
Su propuesta de valor es clara: brinda autonomía de varios días gracias a su batería de 10000 mAh, integra una herramienta de diagnóstico profesional con la cámara térmica e incluye soluciones para imprevistos como la potente linterna de camping y el altavoz de alta fidelidad. Todo ello respaldado por un rendimiento fluido y suficiente para casi cualquier tarea, gracias al chip Dimensity 7300 y los 12 GB de RAM.
Para aventureros, profesionales del campo, técnicos de mantenimiento o cualquiera que priorice la robustez y la funcionalidad práctica sobre un diseño ultrafino, es un móvil ideal. Eso sí, con un precio de 699 €, no es para todos, pero para su público objetivo, es una de las opciones más completas y coherentes del mercado.
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