Este sensor 3 en 1 es perfecto para comenzar a hacer inteligente tu casa: análisis del Meross MS605

Este año aprendí tres cosas claves que debo buscar siempre en los sensores de domótica para mi hogar. No hace mucho, me inicié en esto de hacer mi casa inteligente y, después de varios errores y desaciertos, llegué a una conclusión: cualquier nuevo sensor para mi casa debe cumplir una serie de requisitos innegociables.

Primero, tiene que tener una instalación sencilla y sin cables, para poder colocarlo en cualquier lugar sin depender de tomas de corriente. Segundo, debe funcionar sin un hub extra para no complicar aún más la red que estoy construyendo en casa. Y tercero, y fundamental, que sea multifuncional: si uno solo puede hacer el trabajo de varios, mejor.

Encontrar un sensor de presencia que cumpliera con todo esto se me estaba haciendo difícil, hasta que conocí el nuevo Meross MS605. Este dispositivo es un sensor de presencia, movimiento y luz que funciona con una batería de hasta 3 años, utiliza la tecnología Matter over Thread y es compatible con Apple HomeKit, Alexa, Google Home, SmartThings y Home Assistant. Lo he estado probando durante varias semanas y, a continuación, te cuento si realmente vale la pena comprarlo.

Meross MS605: el sensor más completo y fácil de usar del mercado (presencia + movimiento + luz + batería)

El Meross MS605 es, simplemente, la evolución que yo (y creo que muchos) estábamos esperando. Anteriormente, probamos el Meross MS600, un sensor de presencia muy potente con conexión WiFi que su alto consumo energético lo obligaba a llevar un cable de alimentación. Eso, lógicamente, limitaba dónde podías instalarlo: dependías de un enchufe.

Aquí es donde Meross dio en el clavo con el nuevo modelo. El MS605 no solo mantiene la triple funcionalidad (sensor de presencia con radar mmWave, de movimiento PIR y de luz ambiental), sino que da el salto al estándar de conectividad Matter funcionando a través del protocolo Thread.

Matter over Thread es mucho más eficiente a nivel energético que el WiFi, tiene una latencia de comunicación más baja y ofrece conectividad universal con las plataformas y ecosistemas de domótica más populares.

Este cambio de protocolo es lo que permite que funcione con una batería CR123A que promete hasta 3 años de autonomía, sin necesidad de hubs de Meross o de otros. Y para hacerlo más versátil aún, lo han equipado con protección contra el agua IP67 para colocarlo en prácticamente cualquier lugar.

Abajo te cuento toda mi experiencia con este sensor, pero primero échale un vistazo a sus especificaciones técnicas en la siguiente ficha:

Ficha técnica del Meross MS605

¿Cómo es el Meross MS605?

El Meross MS605 llega en una caja simple y blanca. Al abrirla, me agradó saber que viene con todo lo necesario para su uso e instalación: el sensor Meross MS605, la batería CR123A de litio, cinta adhesiva de doble cara para el montaje, una pequeña herramienta para extraer la batería y el manual de usuario.

En cuanto al sensor, tiene un diseño de caja rectangular, con tamaño compacto y de un color blanco neutro. El plástico se siente sólido y de muy buena calidad, lo que me dio confianza sobre su durabilidad.

Lo más llamativo de su diseño es la parte frontal: arriba, sobresale una semiesfera donde se aloja el sensor PIR (infrarrojo pasivo) que detecta movimiento en un rango de hasta 6 metros. Este sensor es clave, ya que, al operar con radiación infrarroja, puede detectar calor humano para filtrar movimientos leves de objetos inanimados como cortinas.

Además, aquí está integrado el sensor de luz ambiental, perfecto para automatizar la iluminación y encenderla solo cuando la luminosidad cae por debajo de los 30 lux (su rango de detección).

Justo debajo de esta semiesfera, hay una circunferencia plana que oculta el corazón del dispositivo: el radar de ondas milimétricas (mmWave) con rango de 4 metros. Este tiene una precisión asombrosa: es capaz de captar incluso los micromovimientos del pecho al respirar. Y sí, estás en lo correcto, este es el sensor de presencia de humana del dispositivo.

En la parte superior encontré un botón de emparejamiento que, en honor a la verdad, apenas tuve que usar gracias a la facilidad de Matter. Sin embargo, la verdadera versatilidad la encontré en su tapa trasera, donde residen las tres claves de la flexibilidad de su instalación.

La primera es su soporte plegable y rotatorio, que permite inclinarlo 90° y rotarlo 360°, dándome la libertad de encontrar el ángulo perfecto y esquivar posibles fuentes de interferencia.

Debajo del soporte, está la tapa del compartimiento de la batería, que incorpora una junta aislante para garantizar su resistencia al agua IP67, la segunda clave. Gracias a esta certificación puedes instalarlo prácticamente en cualquier lugar, desde habitaciones hasta en exteriores cubiertos o zonas húmedas como el baño.

Por supuesto, dentro de este compartimiento va la batería CR123A de litio reemplazable, la responsable de los hasta 3 años de autonomía que promete Meross y que es la tercera clave de su flexibilidad: puedes instalarlo en cualquier rincón del hogar, sin depender de un enchufe cercano o de un cable de alimentación.

Todo el montaje se realiza en segundos con el adhesivo de doble cara que trae incluido. Pegué un lado a la tapa trasera y el otro a la pared, y se siente muy firme. Es un adhesivo fuerte que brinda la seguridad de que el sensor no se va a caer fácilmente.

¿Cómo funciona el Meross MS605?

Integrar este sensor en mi hogar fue un proceso sorprendentemente fluido. Lo primero que hice fue colocarle la batería y descargar la app de Meross que está disponible para Android e iPhone.

Una vez la tenía instalada en el móvil, la abrí y seleccioné la opción añadir mientras pulsé el botón de emparejamiento del sensor. Con esto, la app lo detectó al instante vía Bluetooth. Me gustó mucho que, durante el proceso de configuración, te dan consejos para evitar objetos que pudieran causar falsos positivos y que, al finalizar, realizó una calibración automática para maximizar la precisión.

Luego de completar esto, pase a vincularlo con una plataforma de domótica a través de un hub compatible con Matter. En mi caso, con Alexa a través del Echo Show 8 de 3ª generación que tengo en casa. Para ello debes dirigirte a la sección de servicios de terceros de la app.

Y he aquí otro de sus grandes aciertos: no necesité un hub de Meross ni cambiar de ecosistema, ya que es compatible con Apple HomeKit, Alexa, Google Home, SmartThings y Home Assistant, siempre que tu hub soporte Matter (como la mayoría de los hubs nuevos de Amazon, Apple y Google).

Pero lo que realmente diferencia al Meross MS605 de otros sensores es su capacidad de personalización. Desde la app pude configurar tres zonas de detección independientes: a 6, 4 y 1,6 metros, para establecer automatizaciones personalizadas como si tuviera tres sensores funcionando en la misma habitación.

También puedes ajustar la sensibilidad en 7 niveles para bloquear áreas específicas donde no quieres detección. Además, puede definir los tiempos de presencia y ausencia, es decir, cuánto tiempo debe pasar sin detectar a nadie para dar la zona por vacía, evitando que las luces se apaguen si me quedo quieto.

Incluso puedes elegir entre diferentes modos según priorices la precisión o batería: radar con asistencia del PIR para reducir al mínimo las falsas detecciones o el sensor infrarrojo asistido por el radar mmWave que consume menos energía.

Para probarlo, lo instalé en mi oficina de trabajo y configuré automatizaciones por zonas: al entrar (zona de 6 metros) se enciende una luz ambiental tenue para darme la bienvenida al estudio, pero al sentarme en el escritorio que está más cerca de la posición del sensor (zona de 1,6 metros), se activa la lámpara de mi escritorio. Y todo funcionó de maravilla.

Además, pude bloquear la detección en la zona donde tengo el ventilador para que el movimiento de las aspas no activara el radar. Comparado con un sensor de movimiento simple, que a menudo te deja a oscuras si no te mueves, este sensor 3 en 1 eleva la automatización a otro nivel: no solo entiende realmente si la habitación está ocupada, también en qué zona de la estancia está tu presencia.

¿Vale la pena comprar el sensor Meross MS605?

Después de probarlo e integrarlo a la domótica de mi hogar, puedo decir que es un sensor muy recomendado. El Meross MS605 es el dispositivo que finalmente resuelve los dolores de cabeza comunes en la domótica actual. Ha logrado combinar la precisión milimétrica de un radar de presencia, la eficiencia de un sensor de movimiento y la utilidad de un sensor de luz, todo bajo la tecnología Matter over Thread.

Lo que más valoro es la libertad que te da este sensor. No tener que depender de un cable de alimentación ni de un hub propietario de la marca me ha permitido colocarlo exactamente donde lo necesitaba, sin complicaciones técnicas ni estéticas. Es un sensor «instálalo y olvídate», gracias a su impresionante autonomía de 3 años y su certificación IP67. ¡Sus funciones y nivel de personalización lo hacen único en su tipo!

Su precio es de 29,99 € (con nuestro código Merossadp10 te lo llevas con 10 % de descuento). Si estás empezando a hacer tu casa inteligente o si ya tienes un ecosistema avanzado y buscas mayor precisión en tus automatizaciones de iluminación y seguridad, el Meross MS605 es, sin duda, una de las mejores inversiones que puedes hacer.