¿Cómo hacer un prototipo de un producto?

como hacer el prototipo de un producto

El concepto de “prototipo de un producto”, a priori, puede sonar técnico o complejo. Incluso, algo específico. Contrario a esta suposición, en realidad, se trata de un término mucho más familiar. Volviendo al eje de este artículo, la idea es repasar qué es un prototipo, cómo se hace y qué pautas seguir para su desarrollo.

Sin ir más lejos, casi con seguridad, el dispositivo del que te vales para la lectura de este texto haya nacido del producto o servicio de un prototipo. Y de cómo se ejecutó un proyecto, claro.

De aquí la importancia de cómo hacer un prototipo de un producto, las características y sus pasos. Asimismo, veremos los ejemplos de prototipos que te ayudarán a crear el prototipo de producto que deseas hacer realidad.

Exactamente… ¿Qué es el prototipo de un producto?

como hacer un prototipo

Un prototipo se trata de una representación. Una representación limitada de la creación o diseño del producto en cuestión. Esta representación facilita que los responsables de dicha creación puedan probarlo y experimentar en diferentes situaciones reales de uso.

Un pedazo de papel con simples trazos o un software de complejidad… Un prototipo de un producto puede ser absolutamente cualquier cosa.

Ya más técnicamente, un prototipo es el modelo vivo del producto en el que trabajes. Define la estructura, el flujo de usuarios y hasta los detalles de navegación, pero en detrimento de los detalles más finos como el diseño visual.

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Para comprobar la experiencia de usuario de tu servicio o producto, bueno es emplear un modelo de clics. Y es que te facilita hacerlo del modo más cercano y verdadero posible. La creación del prototipo debe entenderse como fase previa al desarrollo del producto.

Es importante comprender que un prototipo es de buena colaboración a la hora de deambular por los caminos más comunes y normales de un sistema.

Cómo puedes crear un prototipo de un producto sin complejidades

haciendo el prototipo de un smartphone

Es posible crear un prototipo de forma simple y veloz y así obtener datos de valor para los usuarios. Hay herramientas, de hecho, útiles para ello, como Miro, que aporta varios modelos de planillas. Para hacerlo es primordial no perder el eje de lo que desees probar y contemplar que tu prototipo tenga en cuenta lo que los usuarios precisen.

Definidas las motivaciones del prototipo del producto o servicio que desees impulsar, es momento de escoger los materiales ad hoc según el prototipo:

  • En papel. Se trata de un dibujo o un bosquejo. En inglés se lo conoce como “sketching” y se caracteriza por permitir un flujo para que los usuarios puedan interactuar con el producto en cuestión. Es recomendable, en esta instancia, hacer un boceto veloz. Distintos gráficos, como los mapas conceptuales, pueden servirte para organizar del mejor modo tus ideas, así como para sacar de ellas las conclusiones de mayor utilidad. Los mapas mentales sirven para este proceso.
  • Un prototipo digital. Este es algo más complejo que el prototipo en papel. Eso sí, es de mayor ayuda para profundizar en el diseño cuando de productos digitales se trata. Otro pro de este tipo es que colabora con la validación de las reacciones de los prospectos (los leads o potenciales clientes). ¿Por qué? Porque podrás mostrarle de modo muy real cómo se ve el producto o servicio. Bien llevado a cabo, el prototipo digital puede hacer creer que se trata del producto real.
  • Nativo. Es el que viene a cuento cuando de apps se trata, debido a que contempla la inclusión de las interacciones entre usuarios y el dispositivo, sea el que sea. Ayudan a dar una experiencia hiperrealista.
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Paso a paso para crear el prototipo de un producto en una plantilla

  1. Clarificar conceptualmente el diseño. Aquí se escoge la idea en la que tu equipo de trabajo profundizará el desarrollo. Es importante considerar la realización de una especie de guion gráfico. Se trata de entender en detalle el funcionamiento, de poder explicitarlo al equipo de trabajo.
  2. Piensa en el flujo de usuarios. Es hacer un mapa conceptual online de las interacciones posibles entre los usuarios y el producto o servicio. Que contemple, además, las conexiones que los usuarios podrían llegar a establecer. Esta fase conlleva preguntas como: ¿qué interacciones? ¿Dónde inicia y finaliza el producto? ¿Qué respuestas buscan los usuarios?
  3. Crea (y también conecta) las pantallas. Debes hacer wireframes de todas y cada una de las pantallas principales de interacción. Tras ellos, hay que sumar los elementos de navegación tales como menús, imágenes, símbolos y videos. Siguiendo el mapa, es hora de volver interactivos esos elementos al introducir enlaces, hot points, puntos finales y capacidades de desplazamiento. Un modo de probar el prototipo es exportarlo en un archivo de tipo PDF.
  4. Es hora de compartir. Sí, llega el momento de hacérselo llegar a los interesados. Para ello hay que hacer tests de usabilidad con los usuarios que experimentan las problemáticas que tu trabajo busca solucionar. Es interesante tomar apuntes mientras llevas a cabo las pruebas y el proceso para compartirlos luego. Documentar el aprendizaje puede ser muy bueno para mejorarlo y, además, vuelve más fácil conseguir los objetivos de tu negocio.
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Más allá de comprender qué es y cómo hacer un prototipo de producto, lo más importante es hacerlo. Y luego, claro, sacar conclusiones.