En la era de la tecnología ha surgido una tendencia que suele beneficiar al usuario y es la de demostrar quién la tiene más grande. Apple es, por lo general, una de esas compañías que está a la vanguardia de la tecnología y saca novedades que, aunque a primera vista no parezcan útiles, son adoptadas por la mayoría de las compañías en cuestión de meses.
Una de las compañías que rivaliza con Apple, Samsung, siempre tiende a salir inmediatamente del paso con algún arreglo que, en la mayoría de los casos, suele funcionarle bien. En el iPhone 5S Apple lanzó al mercado un lector de huellas que se antojaba inútil pero la opción de pagar con él, su seguridad y el desbloqueo del terminal de una forma única hasta la fecha le hizo ver a Samsung que debería adoptarlo en su Galaxy S5 y, pese a que la mayoría de las personas dicen que no funciona correctamente, yo es la forma de desbloqueo que utilizo desde hace más de un año y no he tenido mayores problemas.
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Apple Pay es una tecnología que usa NFC y te permite pagar en un montón de establecimientos, para evitar que esta tecnología se expanda y se convierta en algo habitual, Samsung ha tenido que comprar LoopPay para adoptar su propia tecnología, más novedosa y más compatible sin necesidad de disponer de NFC.
Las ventajas de LoopPay son las mencionadas, no necesita NFC y es compatible con el 90% de los puntos de pago habituales que encontramos en el mercado. El MWC de 2015 está a la vuelta de la esquina y habrá que esperar unos días para ver si Samsung incluye esta nueva tecnología en su Galaxy S6 o bien optar por esperar y lanzarlo en otro posible flagship.