Betavolt, una startup china, ha creado una revolucionaria batería nuclear que no necesita carga durante 50 años. Esta innovación, fruto de extensas investigaciones en la miniaturización de tecnología nuclear, promete cambiar la forma en que se alimentan los dispositivos móviles.
Este avance, que ha logrado comprimir 63 isótopos nucleares en un diminuto módulo del tamaño de una moneda, podría ser producido en masa para uso comercial en dispositivos como teléfonos inteligentes. El audaz paso en Beijing refleja la evolución desde la pionera reacción nuclear de Enrico Fermi en 1942.
La batería nuclear que promete 50 años de autonomía
La empresa Betavolt, con sede en Beijing, ha desarrollado una batería nuclear que no necesita carga ni mantenimiento durante décadas. El modelo inicial de la batería ya se encuentra en pruebas piloto, según informó el portal Independent.
Esta maravilla tecnológica entrega 100 microvatios de potencia a un voltaje de 3 V, con unas dimensiones sorprendentemente pequeñas de 15x15x5 milímetros cúbicos. Pero la compañía no se conforma: planea mejorar su tecnología para producir una batería capaz de generar 1 vatio de energía para el año 2025.
La compañía tiene en mente dispositivos comerciales como smartphones y drones, imaginando un mundo donde los móviles no necesitan recargarse y los drones pueden volar indefinidamente. Sin embargo, la realidad nos hace cuestionar la aplicabilidad de estas baterías de larga duración en dispositivos que solemos cambiar cada pocos años y que pueden cargarse fácilmente.
Las preocupaciones sobre la seguridad de la batería nuclear
Ante esta interesante innovación, surge una pregunta: ¿es seguro llevar un dispositivo de energía nuclear en el bolsillo? Betavolt asegura que sí. Su diseño multicapa evita que la batería se incendie o explote bajo una fuerza repentina, y puede soportar temperaturas extremas, desde -60 °C hasta 120 °C.
La empresa afirma que su batería de energía atómica es segura, sin radiación externa. Incluso, es adecuada para su uso en dispositivos médicos como marcapasos, corazones artificiales y cócleas en el cuerpo humano.
Sin embargo, las preocupaciones en torno a los materiales radiactivos son válidas. La idea de tener productos de consumo con materiales radiactivos podría enfrentar obstáculos regulatorios significativos. Existen controles estrictos debido al posible impacto en la salud y el medio ambiente.
En este sentido, la startup china ha insistido en que las nuevas baterías son respetuosas con el medio ambiente, ya que, después del período de desintegración, los 63 isótopos se convierten en un isótopo estable de cobre, no radiactivo y sin amenazas para el entorno.
El pasado y futuro de las baterías nucleares
Las baterías nucleares, conocidas por su larga duración sin mantenimiento, han sido usadas en misiones espaciales y ubicaciones fuera de la red. La Unión Soviética y Estados Unidos desarrollaron la tecnología para su uso en naves espaciales, sistemas submarinos y estaciones científicas remotas.
Sin embargo, las baterías nucleares siempre han sido caras y voluminosas. El intento de hacerlas pequeñas y comercializarlas se alinea con el 14º Plan Quinquenal de China, que busca fortalecer la economía del país antes de que finalice el 2025.
A medida que el mundo observa el viaje de las baterías nucleares desde el concepto hasta la realidad comercial, los avances de Betavolt apuntan a un futuro donde nuestros dispositivos podrían funcionar independientemente de las redes eléctricas.
La pregunta que queda en el aire es si veremos estas baterías nucleares alimentando nuestros teléfonos inteligentes sin necesidad de carga. Solo el tiempo podrá responder a esta intrigante incógnita.