La gente se pregunta muchas veces qué peligros tiene dormir con el móvil en la mesilla de noche, encendido, como duermen millones de personas en el mundo. Si haces una encuesta y empiezas a preguntar rápido te das cuenta de que son muchas más las personas que lo dejan encendido en la mesilla que las que lo apagan.
¿Qué deberíamos hacer? Lo aconsejable en este caso sería desconectar los datos, al menos, y dejarlo a una distancia prudencial de nosotros, una distancia de 2 metros, por ejemplo. A continuación te vamos a explicar por qué y qué efectos tiene llevarte el móvil a la cama.
Usar el móvil antes de dormir, una práctica peligrosa
En primer lugar, llevar el móvil a la cama tiene efectos perjudiciales en las personas, que no están relacionados con la radiación de sus antenas, sino con la de sus pantallas. Mirar la pantalla del móvil antes de dormir hace que perdamos capacidad para conciliar el sueño y que nos cueste mucho más tiempo quedarnos dormidos.
Si somos de esas personas que nos despertamos con la luz de una notificación no solo podemos perturbar la hora de dormir sino que podemos entrar en una fase de insomnio debido a que nuestro cuerpo entra en un estado de alerta constante. Esto, con el tiempo, puede derivar en problemas más graves de lo que parece.
Dejar el móvil antes de dormir, el primer paso
Nuestra recomendación es que las personas dejen de usar el móvil unos minutos antes de irse a la cama, al menos. Lo ideal sería desconectar de la tecnología unas dos horas antes de irse a la cama pero en algunos casos sabemos que es «improbable».
Es por eso que lo mejor es dejarlo unos minutos antes de irse a dormir, desconectar los datos y dejarlo a una distancia prudencial de la cama para que escuchemos el despertador, que es la razón por la que muchos nos lo llevamos a cama.
La radiación, otro de los peligros
La distancia prudencial es por la radiación. No hay ningún estudio que pueda comprobar al 100% que el móvil produce cáncer o que es perjudicial para la salud pero sí que hay muchos de ellos que afirman haber encontrado una relación entre estos problemas y el uso de los teléfonos móviles.
Las ondas magnéticas, por muy poca potencia que tengan, no son beneficiosas para nuestro cuerpo y lo cierto es que muchas de ellas nos van dañando, poco a poco, sin ser conscientes de ello. ¿Y tú qué haces? ¿Apagas el móvil antes de irte a dormir?
