Dicen que el futuro tecnológico se estrena primero en la palma de la mano, y 2025 lo confirma: los Pixel 9 con chip Tensor G4 ya corren Gemini Nano íntegramente sin conexión, de modo que funciones como Summarize en Grabadora o Magic Compose redactan y corrigen textos incluso en modo avión; los Galaxy S25, por su parte, estrenan Galaxy AI como módulo nativo junto a un Personal Data Engine que analiza los datos sensibles dentro del propio dispositivo, sin enviarlos a la nube. Samsung, además, mantiene todas estas prestaciones sin coste adicional hasta finales de 2025 para los modelos compatibles, de modo que la combinación de velocidad casi instantánea y privacidad reforzada se convierte ya en la nueva norma cada vez que sacamos el móvil del bolsillo.
De la demo a lo cotidiano
La historia reciente de la IA móvil no empieza con los teléfonos, sino con unas gafas. En 2013, Droiders colaboró con la Clínica CEMTRO de Madrid para retransmitir la primera cirugía del mundo con Google Glass, una muestra temprana de visión artificial aplicada a la salud. Quien quiera revisar aquellos hitos —y el giro actual de la empresa hacia contenidos sobre aplicaciones Android— puede hacerlo aquí.
Doce años después, la misma tecnología de reconocimiento de imágenes que asombraba en quirófano cabe en un SoC de gama media. Y el mercado responde: el negocio global de IA móvil pasará de 30.000 M $ en 2025 a casi 229.000 M $ en 2033, con un crecimiento anual del 28,8 %.
Android 15 abandona la lógica de iconos fijos y apuesta por interfaces que se adaptan en tiempo real: el sistema sugiere la foto adecuada para compartir, transcribe audios en modo avión y muestra un botón de llamada justo cuando acabas de colgar una videoconferencia. Además, Google ha extendido Circle to Search: ahora reconoce números de teléfono, correos y enlaces que aparecen en pantalla y despliega acciones instantáneas de “llamar”, “enviar correo” u “abrir” con un solo toque, eliminando pasos intermedios.
Samsung insiste en la misma línea con Galaxy AI: edición de fotos asistida, resúmenes de notas y traducción simultánea integrados en la capa One UI. La compañía prevé llevar estas funciones a 400 millones de dispositivos antes de que acabe 2025. En esa misma actualización, One UI 7 introduce Now Brief, una tarjeta que aparece al amanecer para condensar agenda, vuelos y métricas de salud, ejemplificando cómo las capas de fabricante se suman a la tendencia de ofrecer la “siguiente mejor acción” antes de que el usuario abra ninguna aplicación. Diversos analistas desmenuzan la influencia de la IA en la forma en que usamos apps, y las cifras lo confirman: cuanto más personal se vuelve la app, mayor es la retención.
Gemini Nano y la carrera on-device
Google presentó en I/O 2025 las APIs GenAI para ejecutar modelos de hasta 3 000 M de parámetros directamente en el teléfono: resumen de texto, corrección gramatical o descripción de imágenes sin conexión a la nube.
La claves son tres:
- Menor latencia ‒ respuestas por debajo de 200 ms.
- Ahorro energético gracias al low-power scheduling de la NPU.
- Privacidad sólida, al no abandonar los datos el dispositivo.
Google ha acompañado este salto con un sello “IA responsable” en Play Store que señala aplicaciones transparentes en su entrenamiento y uso de datos.
Oportunidades (y alguna trampa) para marcas y creadores
- Contenido hiperrelevante: interfaces que cambian con la hora o el lugar disparan la conversión y reducen el abandono.
- Modelos freemium: las suscripciones “IA-plus” permiten cobrar por funciones premium —traducción ilimitada, edición de vídeo guiada por texto— manteniendo una versión básica gratuita.
- Ética y confianza: la Ofcom recuerda que el 81 % de los adultos ya ha oído hablar de IA y revisa si un contenido está generado por algoritmos. Un fallo en las predicciones puede arruinar meses de marketing; audita tus modelos y ofrece un canal de feedback interno.
Cómo exprimir la IA sin perder el control
- Actualiza tu capa: algunos fabricantes desactivan la IA avanzada por defecto. Ve a Ajustes ▸ Funciones avanzadas y actívala.
- Revisa permisos: si una app requiere micrófono permanente, valida que lo necesite para funciones como dictado offline.
- Usa el modo on-device siempre que sea posible para ganar velocidad y evitar subidas innecesarias a la nube.
- Combina herramientas: deja que un asistente de notas resuma reuniones, que el traductor embebido traduzca tus chats o que el editor fotográfico genere fondos a medida.
La IA se ha convertido en infraestructura invisible: decide qué vemos, qué escribimos y cómo interactuamos, todo en milisegundos. Androidphoria vive este cambio de cerca; quien diseñe producto móvil en 2025 tiene dos alternativas: integrar modelos que comprendan y sorprendan, o desvanecerse entre notificaciones cada vez más inteligentes. La tecnología está lista y el usuario también. La pregunta es si tu app sabrá adelantarse antes que la competencia.
