
La Comisión Europea acaba de hacer efectiva una sanción histórica contra la red social X (antes Twitter), imponiéndole una multa de 120 millones de euros. La decisión, resultado de una investigación iniciada en 2024, señala que la plataforma propiedad de Elon Musk infringió de manera grave y sistemática las normas de transparencia establecidas por la Ley de Servicios Digitales (DSA) de la Unión Europea. El procedimiento sancionador se centra en tres áreas críticas: un sistema de verificación engañoso, un repositorio de anuncios opaco y la restricción al acceso de datos para investigación.
La Comisión Europea impone una multa récord a X por violar la transparencia de la DSA

El núcleo de la infracción radica en la famosa «marca de verificación azul«. Bruselas considera que este sistema, accesible mediante suscripción de pago (X Premium), es intrínsecamente engañoso para los usuarios. Al permitir que cualquiera obtenga el distintivo sin una verificación significativa de su identidad, X viola la obligación de la DSA de prohibir las «prácticas de diseño engañosas». Esto, según la Comisión, expone a los usuarios a un mayor riesgo de suplantación de identidad, estafas y desinformación, al socavar su capacidad para juzgar la autenticidad de las cuentas y los contenidos.
Un repositorio de anuncios deficiente y barreras para la investigación
Más allá de la verificación, la multa también castiga las graves deficiencias del repositorio de anuncios de la plataforma. Este archivo, obligatorio bajo la DSA para garantizar la transparencia publicitaria, ha sido calificado por la CE como incompleto y de difícil acceso. Carece de información crítica, como el contenido específico de los anuncios, su temática y la identidad detallada de la entidad jurídica que los paga. Además, la Comisión denuncia «retrasos excesivos en el procesamiento» y «barreras de acceso» que socavan el propósito mismo del repositorio: permitir que investigadores y la sociedad civil rastreen campañas de desinformación, estafas u operaciones de influencia extranjera.
En tercer lugar, la Comisión señala que X vulnera el acceso de los investigadores a datos públicos. Las condiciones de servicio de la plataforma prohíben explícitamente a investigadores elegibles el acceso independiente a estos datos, incluso mediante técnicas automatizadas (scraping). Al establecer estos obstáculos «innecesarios», X impide la supervisión y el estudio de riesgos sistémicos en la UE, otro requisito fundamental de la normativa digital comunitaria.
Plazos ajustados para que X se ponga al día
La compañía ahora enfrenta plazos perentorios para enmendar su conducta. Dispone de 60 días hábiles para presentar a la Comisión las medidas concretas que adoptará para solucionar el problema de la verificación azul engañosa. Para las cuestiones del repositorio de anuncios y el acceso a datos de investigación, el plazo se extiende a 90 días hábiles.
Una vez recibidos los planes de X, el Consejo de Servicios Digitales de la DSA tendrá un mes para emitir su dictamen. Posteriormente, la Comisión Europea dispondrá de otro mes más para tomar una decisión final y establecer un «plazo de aplicación razonable» para que X implemente los cambios exigidos. Esta sanción marca un precedente crucial en la aplicación de la DSA, demostrando la determinación de Bruselas de exigir responsabilidades a las grandes plataformas y hacer cumplir las reglas diseñadas para crear un entorno digital más seguro y transparente.
Fuente | Zona de prensa de la Comisión Europea















