Un ex-CEO de Google dice que las IA son más peligrosas que el cambio climático

Es la IA peor que el cambio climatico Un exGoogle habla de los riesgos

Desde que inició el boom de las inteligencias artificiales con la llegada de ChatGPT y DALL-E 2 a finales del año pasado, grandes nombres de la industria han expresado su preocupación por la rápida evolución de estas tecnologías. De hecho, Elon Musk junto a otros 1000 expertos en inteligencia artificial firmaron una petición para detener el desarrollo de GTP-4 y otras IA hasta que se puedan determinar los posibles riesgos que estas representan para la humanidad.

Pues bien, ahora otra gran personalidad de la industria está alertando sobre el potencial peligro de las inteligencias artificiales en un futuro cercano. Mo Gawdat, ex-CEO comercial de Google X, acaba de compartir su perspectiva sobre las IA. ¿Qué ha dicho? Pues que estas pueden representar para el mundo un peligro incluso mayor que el cambio climático. A continuación, te contamos qué fue lo que dijo el ex-directivo.

¿Es la IA peor que el cambio climático? Un ex-Google habla de los riesgos

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El presentador del pódcast The Diary of a CEO ha tenido la oportunidad de entrevistar a Mo Gawdat, ex-CEO comercial de Google X, quien realizó otra nueva advertencia sobre las inteligencias artificiales. Según el ex-directivo de la gran G, actualmente las IA representan un riego potencial incluso mayor que el cambio climático.

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Además, añadió que, si el desarrollo de estas tecnologías continúa con el ritmo acelerado que ha mostrado en los últimos meses, es probable que en los próximos años se comiencen a evidenciar cambios significativos en el mundo. ¿Cómo cuáles? Pues despidos masivos y una reducción importante de puestos laborales con las consecuencias económicas que esto supone.

Ahora bien, a diferencia de otras personalidades que han advertido sobre el desarrollo de las inteligencias artificiales, Gawdat sí que planteó una posible solución para frenar el acelerado desarrollo de las IA. El ex-CEO de Google propone imponer un impuesto sustancial del 98 % a las empresas que trabajan en estas tecnologías. Esto con el objetivo de desacelerar su evolución y prevenir los cambios drásticos que puede generar la rápida inclusión de las IA en muchos sectores del mercado.