¿Es ir al baño una excusa para usar el smartphone?

Los smartphone nos rodean, y en estos momentos son imprescindibles en nuestras vidas porque nos permiten hacer de todo: hablar con nuestros amigos y familia, enviar mensajes, jugar a los mejores juegos sin movernos del sofá y por la calle… y mucho más. ¡Son geniales! ¿Pero vamos al baño a modo de excusa para usar el móvil? En muchas ocasiones sí lo hacemos.

¿Es ir al baño una excusa para usar el smartphone?

Si vives con tus padres, seguro que te ocurre eso de «no uses el móvil en la mesa«, «deja el móvil que estamos viendo la tele», «deja el móvil que ha llegado un familiar» etc etc. Es matemático, si vivimos con nuestros padres tenemos mucha menos libertad para usar el móvil.

Y lo mismo si vivimos en pareja, porque podría mirarnos de manera incómoda a ver con quién estamos hablando o por qué no dejamos el móvil de una vez. Algo similar le está pasando a esta pareja:

Phubbing smartphone

Muchas veces nos echamos más tiempo de lo que realmente necesitamos en el baño solo para usar el smartphone. Tenemos muchas maneras de entretenernos gracias a su existencia, porque no solo podemos hablar sino también jugar a esos divertidos juegos que enganchan (y que duran bastante tiempo).

Estos juegos o estas conversaciones divertidas, hacen que nos tiremos más tiempo en el baño a modo de excusa para usar un poco más el móvil. Y es que el baño nos permite hacer muchas más cosas que nuestras necesidades, porque darnos un baño con el smartphone siempre sienta bien.

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Está claro que cada persona es un mundo, pero seguramente lo estés meditando y se cumpla en tu caso. ¿Cuántas veces te llevaste el móvil al baño? ¿Cuánto tiempo te pasas jugando o hablando? No falla. Nos encanta el smartphone, vivir conectados.

Incluso si nos damos un baño nos llevamos el móvil, cuando antes nos daba pánico por si se nos caía al agua. Ahora incluso los hacen sumergibles, para que no les ocurra nada si se nos cae por estar jugando o hablando con nuestros amigos.

Nuestros hábitos han cambiado

Los hábitos han cambiado. Usamos más el móvil que nunca. Y lo preferimos a cualquier cosa, porque nos permiten hacerlo todo. Un tema que sirve para meditar sin duda sobre cómo hemos cambiado, y es que antes íbamos para relajarnos y ahora para seguir aún más conectados.

¿Recuerdas cuándo te llevabas los apuntes al baño? Uno de los lugares en los que más te concentrabas. Sin embargo ahora, también los has dejado de lado por el móvil. ¡Qué mal!

¿En qué momento del día usas más el móvil? ¿Te vas del trabajo al baño a modo excusa también para usarlo? Un artículo un poco divertido para salir de lo común, pero que nos ayuda a reflexionar sobre cómo hemos cambiado.