Investigadores de Stanford crean baterías que no explotan

Batería no explota

Investigadores de la Universidad de Stanford han creado una batería de litio-ion que es capaz de apagarse cuando esta está demasiado caliente. Lo mejor de este invento no es que la batería se apague sino que es capaz de evitar incendios como está sucediendo en alguna ocasión. ¿Recuerdan la el tabique que fue abajo por culpa de la batería de un móvil? Esta tecnología pretende terminar con las baterías que explotan.

Que las baterías tienen riesgo de explosión no es nada nuevo y de hecho esa es una de las razones por las que no podemos enviar teléfonos móviles a través de transporte aéreo aunque sí se pueden llevar en el habitáculo que es lo raro del asunto. En móviles empieza a ser habitual pero solo hay que recordar cuantos portátiles han visto como se encendían en llamas a causa del calentamiento excesivo de las baterías, destrozando los dispositivos por completo.

Las nuevas baterías de litio se apagan en caso de llegar a los 70 grados

Obviamente la batería no se va a apagar cuando esta se calienta un poco ya que es totalmente habitual que la mayoría de dispositivos tengan un calentamiento un poco elevado en las fases de mayor carga pero esta se apaga cuando llega a niveles peligroso (en torno a 70 grados), se enfría y se vuelve a encender cuando la temperatura de la batería recupera niveles estables.

Lee también:  Lo barato sale caro: miles de dispositivos Android a precio de risa vienen con un virus preinstalado

Para crear esta batería los investigadores han creado unas nuevas partículas con níquel que se han recubierto con grafeno, una de las capas externas del átomo de carbono. Estas partículas han sido metidas en el interior de un film elástico de polietileno. Y este film que recubre las partículas está conectado a los electrodos de la batería para que pueda circular torrente eléctrico por él.

Estas partículas que han creado tienen que estar en contacto físico con el film para que la corriente pueda fluir. Cuando la batería se calienta demasiado el film elástico y las partículas se separan un poco y de esta forma ya no fluye la electricidad. Cuando la batería alcanza los 70 grados centígrados (160 grados Fahrenheit) esta se apaga al inflarse como un balón. Cuando la batería vuelve a bajar de los 160 grados la batería vuelve a funcionar de nuevo. Lo mejor de todo es que este margen de seguridad puede ser modificado añadiendo o quitando partículas de polietileno. ¿Se acabarán las explosiones de las baterías con esta tecnología?

Fuente | Universidad de Stanford